El AXE Ceremonia 2025, celebrado en la Ciudad de México, quedó marcado por la tragedia: dos fotógrafos murieron tras el colapso de una estructura. Pero el escándalo no termina en la negligencia. Detrás del festival, emerge una red de poder, negocios y favores donde el nombre de Diego Jiménez Labora Prieto, organizador del evento, se cruza una y otra vez con el de Andrés Manuel López Beltrán, conocido como Andy, el junior de AMLO.
Foto: X de Latinus
Como han documentado Latinus, Reforma y La Silla Rota, Grupo Eco —la empresa detrás de Ceremonia, Trópico, Bravo y el Auditorio Blackberry— está dirigida por Diego Jiménez Labora Prieto, amigo cercano de Andy López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador. La relación no es solo de fiestas y confidencias: los Jiménez Labora y Andy han compartido negocios, contratos y hasta celebraciones privadas, como lo reportó Contra la Corrupción y Mexicanos contra la Corrupción.
El vínculo clave es Alejandro Castro Jiménez Labora, primo de Diego y arquitecto encargado de obras públicas como el malecón de Villahermosa, Tabasco, y proyectos en el Parque Ecológico de Texcoco. Estas adjudicaciones han beneficiado a empresas donde los amigos y familiares de Andy López Beltrán figuran como socios, directivos o prestanombres, según investigaciones de Latinus y reportajes de El Universal y Punto MX.
No es casualidad que los mismos apellidos aparezcan en licitaciones públicas y en la organización de los festivales más exclusivos. Andy López Beltrán, el junior de AMLO, ha sido señalado por su influencia en la asignación de contratos y la creación de empresas que florecen al calor del sexenio. Como lo expone La Silla Rota, los amigos de Andy se han convertido en contratistas privilegiados del gobierno de su papá, operando a través de una red de compañías que comparten socios, direcciones y hasta el mismo círculo social.
Después de que se reveló que una de las empresas organizadoras del festival de música es Grupo Eco de Diego Jiménez Prieto, amigo de Andy López Beltrán, el alcalde Mauricio Tabe reprochó que diputados de Morena intenten salvar al evento de la crítica pública. (Reforma, Latinus, Fuerza Informativa Azteca)
Las fiestas privadas, los contratos millonarios y la gestión de recintos culturales parecen fluir con una facilidad envidiable para este grupo. Incluso, como reportó Contra la Corrupción, los chocolates Rocío —negocio familiar de los López Beltrán— han sido parte de los eventos y celebraciones de los Jiménez Labora.
La pregunta no es solo quién organiza el festival, sino quién se beneficia realmente. ¿Hasta dónde llega la influencia del junior López Beltrán en los grandes negocios culturales y de obra pública del país? La respuesta, como suele ocurrir en México, se esconde entre bambalinas, en los pasillos VIP y en los contratos que nunca llegan a la luz pública.
Mientras los asistentes bailan y los reflectores iluminan el escenario, en la sombra se teje una historia de poder, privilegio y negocios. El AXE Ceremonia 2025 es mucho más que un festival: es el espejo de un país donde la cultura, la corrupción y la política se funden en un remix que, por ahora, solo bailan unos cuantos.
