El mitin de ayer dejó al descubierto una fractura que amenaza la cohesión de Morena y el liderazgo de Claudia Sheinbaum. En un evento que debía consolidar la unidad del partido, la presidenta fue humillada públicamente, dando paso a un conflicto político que podría redefinir el futuro de la organización.
El desaire público: una señal de división. Durante el acto, figuras clave como Ricardo Monreal, Adán Augusto López, Manuel Velasco y Luisa María Alcalde optaron por tomarse una foto con Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador. Este gesto, capturado por las cámaras, fue interpretado como una muestra de lealtad hacia el antiguo líder del partido y su círculo cercano, dejando a Sheinbaum en una posición vulnerable. La situación se agravó con un comentario de Adán Augusto —“a la chingada”— que fue percibido como un mensaje directo contra la mandataria.
Foto: (X/@ClaraBrugadaM)
Reacciones inmediatas y disculpas públicas
La respuesta desde Palacio Nacional no se hizo esperar. Fuentes cercanas aseguran que Sheinbaum estaba furiosa y consideró el episodio como un golpe político demoledor. Aunque Monreal, Velasco, Adán Augusto y Alcalde ofrecieron disculpas públicas para intentar mitigar el impacto, López Beltrán mantuvo silencio, reforzando la percepción de que el control del partido sigue bajo la sombra del expresidente.
¿Ruptura inminente? El dilema de Sheinbaum
En este contexto, se especula que Claudia Sheinbaum podría estar contemplando una ruptura definitiva con López Obrador y su grupo cercano. La presidenta enfrenta un cálculo político complejo: consolidar su poder implica debilitar a quienes aún mueven los hilos dentro de Morena. Según fuentes políticas, esta ruptura podría incluir acciones legales contra operadores cercanos al expresidente.
Morena en peligro: ¿unidad o fragmentación?
La crisis expone las tensiones internas que han marcado al partido desde hace tiempo. Aunque Morena ha intentado proyectarse como una alternativa sólida frente a otros partidos tradicionales, enfrenta desafíos similares: luchas por influencia, protagonismos individuales y falta de cohesión institucional. La figura aglutinadora de López Obrador ya no está presente para contener estas disputas.
El desenlace de este conflicto será crucial para determinar si Morena logra mantenerse unido o sucumbe ante sus propias divisiones.
